domingo, 3 de abril de 2016

"La invitación" ( Karyn Kusama, 2015)

Will y Eden perdieron a su hijo años atrás. La tragedia afectó su relación de forma irreversible, hasta el punto de que ella desapareció de la noche a la mañana. Un día, Eden regresa a la ciudad; se ha vuelto a casar y en ella parece haber cambiado algo, convirtiéndola en una presencia inquietante e irreconocible incluso para Will.



En exceso convencional y previsible, pero eficaz en cualquier caso. Sabe crear y jugar con una atmósfera inquietante, saca provecho de unos personajes algo planos pero siempre vigorosos, dosifica con habilidad y destreza buenos momentos de angustia y convierte un decorado casi único – el interior de una lujosa mansión en las colinas suburbiales para la gente pudiente – en una ratonera desquiciada llena de toxicidad y sortilegios. Tan predecible como disfrutable.

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