jueves, 21 de diciembre de 2017

Ferdinand --> El antropo-toro que la lidia rehúye


Ferdinand --> El antropo-toro que la lidia rehúye

Por Pedro Joaquín del Rey

Título original: Ferdinand. Director: Carlos Saldanha. Intépretes vocales de la versión original en inglés: John Cena, Kate McKinnon, Bobby Cannavale. Género: animación animalesca. Nacionalidad: estadounidense. Duración: 108 minutos. Año de estreno en origen: 2017. Fecha de estreno en España: 22 de diciembre de 2017. Distribución en España: Fox.

No obstante en principio el megatamaño y sólo aparente fiereza del protagonista, al público infantil no necesariamente defraudará o desencantará Ferdinand --la han diseñado con pinceladas digitales básicas y someras de enorme brillo metálico, aunque los mecanismos de identificación hominizadores (diferentes a los del valiente cerdito Babe, donde sin ninguna vacilación no se negaba el uso por el homo sapiens de las restantes criaturas del planeta), en especial la ligazón entre la niña y su amigo el morlaco del título, funcionan en lo fundamental de cara a los peques, que sienten los amables bichos de la animación a modo de peluches que andan por la pantalla--, que, por lo demás, debe, con reconocibles vistas de calles y diversas zonas de Ronda y de Madrid --incluidos el punte del Tajo, la plaza de las Ventas y la estación y glorieta de Atocha (bien se han documentado en cuanto a varios aspectos físicos de España)-- contemplarse hoy dentro de la oposición antiespecismo/tauromaquia.

En la actualidad la denuncia de las corridas gana adeptos con paulatina e imparable progresividad, y quizá los autores, al haber empleado una tradicional fábula de triunfo de la bondad con intervención de animales, no han pretendido meterse --pero, por prudencia comercial, tampoco han podido evitar tal contexto-- en los territorios de discusión de lo pro frente a lo contra en los que en el siglo XXI se desarrolla el acercamiento intelectual a los ritos del coso y albero. En cualquier caso, el Ferdinand de 2017 traslada de nuevo a los fotogramas dibujados --de hecho lo somete a las tónicas y pensamientos del momento de la historia social y cultural en que nos encontramos-- un cuento de 1936 --salido de la pluma de Munro Leaf e ilustrado por Robert Lawson-- que la Disney convirtió en un cortometraje de ocho minutos dos años después. 

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