miércoles, 20 de octubre de 2021

Petite maman (Céline Sciamma, 2021)

Si hay una cineasta actual que representa el cine de autor esa es Céline Sciamma, con una carrera hasta el momento perfecta con 5 largometrajes de una gran sencillez y sensibilidad que, exceptuando "Retrato de una mujer en llamas" (la más sofisticada y con un mayor despliegue de medios técnicos y artísticos), se adentra en las inquietudes de la infancia y adolescencia, sus sentimientos, emociones, inquietudes y primeros escarceos románticos.
Sciamma es directora y guionista, y tiene mucho talento a la hora de escribir esas historias tan brillantes, en algunos casos para otros proyectos en los que no está al frente, como el de esa película de animación tan realista sobre el mundo de la infancia titulada "La vida de calabacín (2016)", pero también en descubrir jóvenes talentos como a Adéle Haenel en "Water Lillies (2007)" o Zoé Héran en "Tomboy (2011)".


La película se presentó en la pasada edición del Festival de Berlín y en nuestro país en la sección Perlas del Festival de San Sebastián, en donde ganó el premio del público a la mejor película de la sección. Una habitual del Zinemaldia y de esa sección, en donde se han integrado su tres últimas películas, y tiene como protagonista a una niña llamada Nelly a la que vemos en el prólogo despidiéndose de los ancianos de una residencia, para abandonar ese lugar junto a su madre con los objetos personales de su abuela materna, que acaba de fallecer.

A partir de ese momento la historia se traslada a la casa de la fallecida en la pequeña va a pasar unos días con sus padres para terminar de vaciar esa casa en la que vivía su abuela antes de ir a la residencia, en donde nació y creció su madre.
En ese lugar, y con un punto de partida dramático y realista, es donde Sciamma nos regala 
una pequeña fábula fantástica de poco más de una hora de duración, en donde los deseos y sueños de Nelly se hacen realidad, en una especie de cuento de hadas mágico, sin necesidad de muchos diálogos ni de grandes giros. Una película que tiene un buen guion, llena de pequeños detalles a descubrir, que funciona como una película de emociones, con un gran trabajo en la dirección por parte de Sciamma, y con una dirección de fotografía por parte de Claire Mathon,