domingo, 28 de abril de 2019

Uglydolls: Extraordinariamente feos (Kelly Asbry, 2019)



Uglydolls: Extraordinariamente feos (Kelly Asbury, 2019)


por Adelaida Valcarce




El 1 de mayo llega a los cines españoles esta película basada en los famosos juguetes  creados por David Horvath y Sun-Min Kim. Si nos basamos en lo tradicional, estos peluches son raros, o feos, como ellos mismos se denominan. La creación de los mismos se basa en la idea de que la belleza esta predcisamente en las cosas que nos diferencian.  El film está dirigido por Kelly Asbury (los Pitufos: La aldea escondida, Shrek 2, Spirit: El corcel indomable) y cuenta como estos  muñecos diferentes  se introducen en el  perfecto mundo de los juguetes, lugar donde se entrenan para gustar a sus potenciales dueños, los niños del mundo.


Los habitantes de Uglyville no son conscientes de sus defectos y viven en una fiesta continua hasta que descubren que en lo alto de la colina se encuentra Perfección, la academia a la que asisten los juguetes sin taras,  Moxy, la protagonista, nos da una lección de autoestima y perseverancia,  ya que es consciente de su aspecto poco atractivo y no ve nada malo en ello, es más, no va a dejar que nada le haga abandonar sus sueños. Si en algún momento su ánimo decae, coge fuerzas para trasmitir que lo que realmente importa es la gente que te quiere seas como seas.


La película trata de transmitir ese mensaje positivo y aleccionador en esta sociedad actual que impone cánones de belleza inalcanzables además de irreales, e intenta que su mensaje cale en los más pequeños ya  que es en la niñez cuando menos prejuicios se tiene hacia lo diferente. la inocencia de la infancia juega a favor de no juzgar a nade y aceptar a todo el mundo y la pretensión es que esta actitud no cambie con el paso de los años.


Precisamente  Uglydolls ahonda en la belleza de lo diferente, en la educación en lo que nos es ajeno, no sólo en la apariencia física, sino en la forma de ser o sentir, en los diferentes contextos, situaciones, historias y vivencias, Toda vida es única e irrepetible sin tener en cuanta su aspecto externo.




Tras este serio cometido educativo, el film se deja llevar por el camino de la despreocupación con música pegadiza y divertida. Las canciones se ocupan de transmitir que la idea llegue a los más pequeños: nadie es perfecto y no importa.  En la banda sonora original intervienen Nick Jonas o Pitbull y en al versión española reconoceremos  las voces de Blás Cantó entre otros.




A pesar de la apariencia de simplicidad de laanimacioón, no es tal,  ya que los muñecos están hechos de diferentes texturas perfectamente diseñadas. Se puede distinguir el hilo con el que los cosieron, los cabellos de lana y los cuerpos peludos. También los efectos sonoros están muy conseguidos, de modo que la unión entre oído y vista permiten imaginar como sería el tacto de lo que vemos en la pantalla.


En definitiva, se trata de un viaje imprescindible hacia lo diferente y que invita a la inmensa alegría de ser otro, de ser otra. No hay pedagogía posible sin el radical reconocimiento de las diferencia, y los futuros adultos deben acercarse a ella.





domingo, 21 de abril de 2019

Donbass (Sergei Loznitsa, 2018)

Donbass (Sergei Loznitsa, 2018)

por Adelaida Valcarce


En 2014 tuvo lugar una revolución en Ucrania que derrocó al Presidente pro-ruso Viktor Yanukovych y 
su gobierno después de meses de protestas en las calles, por sus políticas que alejaban al país de la
esfera de la Unión Europea. La respuesta de Rusia fue anexionarse la región de Crimea con el apoyo
de sectores de la población de la zona. A lo que siguió el comienzo de un conflicto armado entre el
gobierno ucraniano y las fuerzas separatistas de las autodeclaradas República Popular de Donetsk y
República Popular de Lugansk que sigue hasta nuestros días.

La cuenca del Donetsk, o Donbass, es una región histórica, cultural y económica del este de Ucrania.
La palabra «Donbass» es un acrónimo formado a partir de cuenca del rio Donetsk,  que discurre por su
territorio. La simple adopción de Donbass como íitulo de la película, sirve para saber de que parte está
el realizador. El film fué presentado en la sección Un Certain Regard en el último Festival de Cannes,
ganando el primero premio en la misma y y también en el Festival de Sevilla. 

La guerra abierta es el contexto que sirve de trasfondo a Donbass (Sergei Loznitsa). Una guerra que
apenas tiene visibilidad en los medios occidentales después de cuatro años y que tiene profundas
implicaciones respecto a la influencia y las ideas colonialistas y tácticas imperialistas de la actual Rusia,
que aquí se retrata a través de la recreación inspirada por vídeos domésticos reales de ciudadanos de
la zona.

La puesta en escena se basa en una serie de episodios interconectados entre si por algún personajes
siendo una crítica despiadada del dia a dia de la zona : La incautación de riqueza y posesiones para
ponerlos al servicio de la guerra, el robo de ayuda humanitaria, el delirante sistema burocrático y, sobre
todo, las tácticas de propaganda usadas para legitimar una lucha en la que incluso participan de forma
no oficial fuerzas militares rusas. Este aspecto de utilización de la televisión para manipular la opinión
pública sirve como crítica despiadada también a los colaboracionistas con la barbarie, a pesar de ser
civiles víctimas de toda la maquinaria creada para apelar a las emociones más viscerales de sus
compatriotas. Especialmente sobrecogedor es la escena del colaboracionista linchado por la multitud.

La película es un mosaico de lo peor del ser humano, de la falta de empatía con el prójimo y en
definitiva un documento imprescindible de la situación que se vive en la región: un cine combativo,
para espectadores curiosos del mundo que nos rodea y un grotesco espectáclo  que nos debe hacer
reflexionar sobre la actualidad 
internacional.

jueves, 11 de abril de 2019

El día que vendrá (James Kent, 2019)

El día que vendrá (James Kent, 2019)

Por Adelaida Valcarce.

El día que vendrá, la adaptación de la exitosa novela de Rhidian Brook, llega a
las salas dirigida por James Kent, realizador curtido en el ámbito de las series
televisivas. El proyecto de llevar la obra al cine recayó en un primer momento
en Ridley Scott, pero finalmente se retiró del proyecto, que quedó en manos
Kent, quien ha rodado un film muy interesante.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Hamburgo ha sido ocupada por los
británicos. Los años de enfrentamiento no habían pasado en balde, y nada
parecía importante ya en una ciudad donde todo eran cascotes y colillas de
cigarros que los niños mendigaban por las calles.
Esta ciudad alemana, precisamente, es la que más sufrió los bombardeos
aliados, hecho histórico que hemos visto muy pocas veces en el cine. El
coronel Lewis Morgan y su esposa se instalan en una de las mansiones
requisadas a los alemanes. La integridad y el deseo de confraternización del
coronel, hacen que llegue a un acuerdo con los ocupantes de la casa, la familia
Lubert, compuesta por un arquitecto viudo de modales exquisitos y su hija
adolescente, para que ambas familias puedan vivir en armonía. Como dato
curioso, el autor de la novela se ha basado en las propias experiencias
familiares, ya que su padre vivió una situación parecida, compartir casa con un
alemán. 
Ese es el punto de partida de El día que vendrá, donde no solo se divide una
casa, los Morgan en el primer piso y los Lubert en la buhardilla, sino que los
personajes han creado compartimentos estancos dentro de sí mismos para
poner a raya sus traumas y poder sobrevivir. Sólo es cuestión de tiempo que
las fronteras se desmoronen.
  Hay épocas muy retratada en el cine, y una de ellas es la Segunda Guerra
Mundial. Sin embargo, pocas veces se habla de lo que sucedió justo después,
de ahí el interés del film que destaca en un primer momento. Pero hay un
elemento igualmente interesante, que es presentar la mansión como un
microcosmos que refleja las fronteras, el recelo, la sospecha que se cernió
sobre la Alemania ocupada por los aliados tras el fin de la guerra, pero también
el perdón. El realizador consigue captar la atmósfera de aquel momento
histórico, que pone en juego la dignidad humana y da una vuelta de tuerca a la
versión oficial de nuestro pasado. Es un país diezmado, dividido, que se sabía
vencido e intentaba sobreponerse, y unos personajes llenos de sentimientos y
pasiones a flor de piel.
En definitiva, una buena historia en la que, pese a desarrollarse a un ritmo
pausado, nunca dejan de suceder cosas ante la atenta mirada del espectador

ávido por saber. Si hay que poner un pero, éste sería que, pese a las
magníficas interpretaciones de Keira Knightley, Jason Clarke y Alexander
Skarsgård, hay una cierta superficialidad en el final del drama, pero este es un
pecado menor, habida cuenta del disfrute que supone el visionado de la cinta.
La reconstrucción minuciosa de la época, y unos personajes retratados con
gran acierto, bien merecen una visita al cine en los próximos días.

jueves, 4 de abril de 2019

La sombra del pasado ( Florian Henckel von Donnersmarck, 2018)


La sombra del pasado ( Florian Henckel von Donnersmarck, 2018)


Por Adelaida Valcarce 


La nueva película del director de La vida de los otros (2006) regresa al pasado de Alemania, al nazismo y años posteriores con una mirada penetrante y muy sugestiva a través del arte.
La cinta comienza con la exposición de Arte Degenerado  (Entartete Kunst).que tuvo lugar en Múnich en 1937  recreada a la perfección para la ocasión.  Dicha muestra reunió obras de la vanguardia  a fin de mostrar que su ejecución era en realidad fruto de la inferioridad racial de los artistas. Dice Henckel que todo aquel que contempló aquellas obras, sabía que asistía a algo efímero porque su fin era la destrucción de las mismas o esa era la idea inicial, ya que muchos jerarcas nazis se apropiaron de algunos lienzos que fueron salvados de la quema de esa forma o fueron vendidas a marchantes internacionales.  

La muestra abrió un 19 de julio y se mantuvo hasta el 30 de noviembre. Por los salones del Instituto Arqueología de Múnich se presentaron cerca de 600 obras de algunos artistas cuyo legado es hoy indiscutible: Marc Chagall, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Oskar Kokoschka, George Grosz, Emil Nolde y Ernst Ludwig Kirchner, entre otros maestros del modernismo. 


Tras este impactante comienzo, somos testigos del devenir de un artista, Kurt, inspirado  en la vida real  de Gerhard Richter, durante tres horas de metraje que pasan en un suspiro. Asistimos a su formación en el nazismo, el fracaso del Este y finalizamos en su huida a Occidente donde encuentra su verdadera voz en el ejercicio de la libertad artística sin olvidar el pasado: el suegro del pintor también fue un alto cargo en el Reich y había conseguido camuflarse con la apariencia de un honorable y respetado médico.  

En efecto sería ingenuo pensar que toda la sociedad post nazismo no había tenido ninguna vinculación con el ideario hitleriano; por el contrario la inmensa mayoría de personas con cargos relevantes  consiguieron esconderse socialmente y continuaron  como si nada hubiera pasado.

Henckel no busca vengar las atrocidades del pasado, pero si redimir a varias generaciones que viven con pesar lo sucedido en décadas anteriores y que obsesivamente se  castigan por la culpa.

El resultado del ambicioso proyecto es una película redonda, con interpretaciones verosímiles, donde el ciudadano medio encontrará un alivio a sus pesadillas más terribles y podrá hallar aliento para continuar.

A lo largo de la historia del cine, numerosas obras maestras se han encargado de revivir y recordar, para tener siempre muy presente, grandes crímenes de la humanidad, como es el genocidio perpetrado por la Alemania nazi. En el caso de La sombra del pasado, la mirada es cruda pero esperanzadora, de ahí su genialidad. Para que la historia nunca se repita