domingo, 3 de abril de 2016

"La habitación" ( Lenny Abrahamson, 2015)

Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. La habitación es el hogar de Jack, mientras que para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Sin embargo, la curiosidad de Jack va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo. 


Para mí lo más interesante y lo que hace especial a esta película es cómo nos deja mirar el mundo a través de los ojos del pequeño Jack. Porque todos sabemos lo que hay detrás de las paredes, lo que es real y lo que no, lo que está bien y lo que está mal. Pero podemos ponernos en lugar del joven protagonista cuando tiene miedo a la libertad y se siente perdido en un mundo que no entiende e incluso se niega a aceptar lo que le dicen que es verdad pero sus ojos no ven. Porque quién no ha pataleado alguna vez como un niño al enfadarse... 

Y esa es la grandeza del film: desde nuestro amplio conocimiento y experiencia, podemos identificarnos con un niño de cinco años que ha nacido secuestrado y apenas sabe del mundo. En él yo he podido encontrarme en algunos de mis sentimientos más primarios y he podido enternecerme por los deseos, tan simples, de la infancia. 
La madre en cambio representa bastante bien la madurez, el crudo realismo y la responsabilidad frente al niño. También la valentía y los remordimientos podemos sentirlos y hasta conmovernos con ella en ciertos momentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario