domingo, 24 de junio de 2018

La revolución silenciosa, Lars Kraume (2018)

La revolución silenciosa,  Lars Kraume (2018)


Por Adelaida Valcarce



Después de su exitoso paso por el 18 Festival de Cine Alemán  celebrado en Madrid este mes de junio, llega a los cines "La  revolución silenciosa", dirigida  y escrita con pulso firme por Lars Kraume. Después de su aclamada película ' El caso Friz Bauer (2016), vuelve a escarbar en el post nazismo y los sucesos poco o nada conocidos de aquellos años, sobre todo los acaecidos en la opaca Europa del Este ( en esta línea está la imprescindible "Ida" de Pawel Pawlikowski de 2013 y ambientada en Polonia.),


En la película que nos ocupa, la acción transcurre en 1956, unos años antes de la construcción del muro Berlín. Alemania había sido repartida entre los soviéticos y los  occidentales, dividienďo el pais en dos mitades casi sin contacto, convitiendo  Berlín en una ciudad quebrada y axfisiante.

Leonard Scheicher y Tom Gramenz son los actores encargados de encarnar a los dos cabecillas  de un grupo de estudiantes en la zona Este que conocen por azar los disturbios que han tenido lugar en Hungría y deciden hacer un humilde acto de protesta, un minuto de silencio en clase.  Este sencillo gesto tendrá  graves consecuencias para los jóvenes y sus fámilias. No hay que olvidar el momento histórico en el que se desarrolla la acción.

La cinta narra hechos reales recogidos en un libro por uno de sus protagonistas, Dietrich Garstka, uno de los chicos que ve chocar su protesta con el sistema educativo de la órbita rusa y el fuerte adoctrinamiento militar y político que padece.


Para Kraume hubiera sido fácil que la película hubiera sido un simple melodrama más, pero consigue que no sea así al examinar los hechos meticulosamente a través  de los personajes que van siendo más y más complejos según avanza la narración, sobre todo cuando comienzan las insospechadas consecuencias de un gesto en principio inocente y pueril.
Si la cinta tiene un fallo es el convencionalismo de algunas escenas y su reiteración  pero que quizá no es achacable al guión si no a que nos encontramos ante una adaptación de una obra autobiográfica  que pretende ser fiel al texto original.

En definitiva una mirada interesante sobre un periodo histórico, la Alemania pre muro, muy poco conocido y que cumple la doble función de mostrar acontecimientos poco tratados y llegar al corazón del espectador a la vez.

martes, 19 de junio de 2018

El Capitán ( Robert Schwentke , 2017)

El Capitán (  Robert Schwentke , 2017)


Por Adelaida Valcarce

Tras su exitoso paso por el Festival de San Sebastián , donde consiguió el galardón a la mejor fotografía, y la presentación en la 18 edición del Festival de Cine Alemán 2018, llega por fin a las pantallas españolas la esperadísima El Capitán . Narra la historia real de un soldado alemán de 19 años, que en las postrimerías del nazismo encuentra un uniforme de un alto oficial de la SS y suplantando el cargo, inicia una delirante carrera hacia el horror más absoluto.  Acaba convirtiéndose en el más sanguinario y brutal de los capitanes de las Schutzstaffel a modo de justiciero exprés con el hipotetico apoyo del propio Fuhrer. Todo esto sucede mientras crece la desorganización del ejército alemán,  cuando ya sólo unos pocos pensaban en ganar la guerra.

Si a simple vista pudiera parecer una película más  sobre el genocidio, el film va mucho más allá  adentrando al espectador en la barbarie y sin razón en un mundo de declive y buscando comprender el contexto histórico y social en el que se produjeron los hechos. No busca juzgar, sólo mostrar y que el espectador saque sus conclusiones: ¿qué  haríamos en una situación  como la que muestra la película?, ¿seríamos capaces de vislumbrar el sinsentido y luchariamos contra él? ¿ o por el contrario miraremos para otro lado? Sin duda se trata de un ejemplo más  del experimento Milgram, un estudio de psicología social que mostró como la mayoría de las personas no duda en dañar a otros, si alguien con suficiente autoridad lo exige.

Todos estos interrogantes, desazonadores, interpelan durante el visionado de la cinta y nos colocan en una posición  incomoda pero necesaria. El mérito es de Robert Schwentke ( serie Divergente) que alejado de los oropeles hollywodienses, se adentra en la oscuridad del mal  no sólo metafóricamente, si no realmente valiéndose de un poderoso blanco y negro. De esta forma consigue la frialdad necesaria para que el espectador pueda visionar el metraje con una cierta distancia.

Decía el director en la rueda de prensa de la presentación del film que todos los actores sin excepción sufrieron emocionalmente durante el rodaje viéndose sobrepasado en muchas ocasiones. Es difícil ver la degradación de seres humanos en aras de un proyecto suicida y én unas circunstancias extremas.

Muy especialmente y a pesar de que el reparto coral funciona a la perfección, deberíamos destacar la actuación impactante de Max Hubacher en el papel del falso oficial Herold. Consigue ponernos la piel de gallina con su paso de desertor a angel de la muerte de Hitler.


Película pues que invita a la reflexión y que viene unirse cintas que van más allá  de la simple narración histórica. Dentro de este grupo cabe resaltar la estupenda El hijo de Saúl  de László Nemes en 2015 de obligado visionado para todo amante del buen cine

lunes, 18 de junio de 2018

Iceman, el hombre que salió del hielo (Félix Randau, 2017)

Iceman, el hombre que salió del hielo (Félix Randau, 2017)

Por Adelaida Valcarce 



Desde su descubrimiento fortuito  por dos escaladores en la frontera austro-italiana en 1991, Ötzti ha causado sensación en todo el mundo. La momia natural más antigua conocida ha atraído a admiradores y científicos que han examinado cada centímetro del cuerpo del "Hombre de los Hielos", desde las uñas de sus dedos hasta sus intestinos. Este habitante prehistorico de entre 40 y 50, de quien se piensa que fue asesinado hace aproximadamente 5.300 años en los Alpes de Ötztal, ha sido la inspiracion del director Felix Randau (The calling game,  2003) para la recreación de como fueron sus últimos dias.

En sus propias palabras, dice el realizador, “me fascinó la posibilidad de relatar la historia de un nativo europeo introduciendo elementos de ficción en un marco histórico lo más cercano posible a la realidad”.

En el neolítico, un clan cazador recolector se asienta a orillas de un arroyo en un valle de los Alpes. Su líder es Kelab, un convincente Jürgen Vogel, guardián del relicario Tineka. Un día, mientras Kelab está de caza, el pueblo sufre un ataque en el que los miembros de la tribu, incluidos la mujer y el hijo de Kelab, son masacrados brutalmente. El único superviviente es un bebé . Kelab, desgarrado por el dolor, sale en la persecución de los bandidos en busca de venganza con el niño entre sus brazos.



Por fidelidad al contexto histórico, los personajes del film gruñen en una variante arcaica del idioma rético, claramente indescifrable: una decisión que va en consonancia con la economía de gestos de una película que se alza sobre necesidades, pulsiones e instintos primarios, sin necesidad alguna de sofisticación ni matices lingüísticos para llevar al espectador a su terreno. La naturaleza majestuosa e implacable lleva a este hombre por parajes en busca de venganza, zarandeándolo sin piedad a su merced. A pesar de parecer muy lejano en el tiempo, el conflicto es atemporal reflexionando sobre la violencia que es lo único realmente útil en este espacio hostil.


Un acierto del film es haber contado con un amplio asesoramiento por científicos del Museo Arqueológico de South Tirol en Bolzano, Italia, donde se expone el cuerpo de Ötzi. Además Randau es etnólogo de formación,  lo cual nos indica lo cuidado que es el film en todos los aspectos

 Una aventura realmente espectacular, visualmente espléndida . Visceral y explosiva, con unas secuencias de acción muy logradas, con enfrentamientos de violencia explícita. Y una película de extraordinaria producción y localizaciones, en la que sientes el desamparo del ser humano. Poco importan los personajes pues todos son parecidos de aspecto (irreconocible Franco Nero) Lo unico que importa es la epopeya y la sensacion de ver un film muy interesante y válido históricamente hablando