viernes, 14 de junio de 2019

Tolkien (Dome Karukoski, 2019)

Tolkien cumple con todos los requisitos del biopic clásico, nos ofrece una visión de su vida privada desde que es un niño hasta alcanzar la madurez, pasando por algunos momentos importantes de su vida como son la sociedad TCBS (Tea Club and Barrovian Society), la grandes enseñanzas del profesor Joseph Wright, la dura etapa de la guerra y su relación con Edith Bratt.
Teniendo en cuenta esto, la película no es una oda a la Tierra Media, no trata de la creación del Señor de los Anillos como muchos pensábamos, esta película toma otro camino. Se enfoca más en su pasión por la filología, junto al profesor Joseph Wright (interpretado por Derek Jacobi), uno de los mejores momentos de la cinta.
La imaginación como elemento audiovisual
Mezclar la potencia visual del cine junto a la imaginación desbordada de un escritor como Tolkien, es victoria segura. El film abandona los tentáculos del biopic clásico para adentrarnos en un mundo fantástico surrealista. Se crea un paralelismo, donde un combate de trincheras de la I Guerra Mundial se convierte en un duelo medieval, con dragones y criaturas fantasmagóricas de por medio.
Es la gran escena que te lleva preparando toda la película a fuego lento, y aún siendo uno de los momentos más impactantes, como espectadores nos quedamos con la miel en los labios con ganas de más. Dura poco tiempo y no salen tantas criaturas como te prometía en un principio, una lástima que no se explotara esta idea al máximo.

domingo, 2 de junio de 2019

Mr. Link. El origen perdido (Chris Butler, 2019)


Mr. Link. El origen perdido (Chris Butler, 2019)
por Adelaida Valcarce

Dirigida por Chris Butler (“ParaNorman”), Mr. Link. El origen perdido abandona la temática puramente fantástica vista en Kubo y las dos cuerdas mágicas (2016) o Los mundos de Coraline (2009), todos estos films del estudio Laika , para abrazar de lleno la mitología, valiéndose de las criaturas  propias de estas leyendas. La película narra la historia de Sir Lionel Frost (Hugh Jackman), un optimista e incrédulo investigador de mitos a la antigua usanza que intentará demostrar a sus compañeros de club que están equivocados, encontrando a la única criatura legendaria que no  ha sido hallada: El Eslabón Perdido. En su camino se le unirá el Señor Link (Zach Galifianiakis), una especie de Yeti  y una antigua novia (Zoe Saldana)

Había una gran expectación por ver este trabajo, que no ha decepcionado en absoluto. Se trata en palabras de su realizador de una de esas historias como las que  veíamos de niños y que nos gustaban tanto que visionabamos una y otra vez, es una película que aspira a convertirse en parte del acervo cultural de una generación.  y su héroe, un poco atolondrado, pueda convertirse en una especie de Indiana Jones de la animación. 

Butler, va más allá, y consigue una narración entre la buddy movie ( película de colegas) y una aventura trepidante cruzando medio mundo, mientras los protagonistas van tejiendo su relación como si de Sherlock Holmes y Watson se tratara. El leifmotiv es el compañerismo , el humor. y por supuesto admitir que nuestro lugar en la vida no es dónde, sino con quién estamos.

Uno de los elementos más cuidados con gran acierto es el diseño de producción para recrear una época victoriana colorida pero muy estilizada con gran inspiración en los estampados de aquellos años, con dibujos intrincados y muy originales.

La animación en volumen, marca de la casa de Laika, se ha revelado perfecta para esta trama sobre el eslabón perdido. la propuesta era hacer todo aquello que aparecería en una película de accin real, pero en miniatura. Ahí están los escenarios exóticos, las criaturas entre la realidad y los sueños y esa fotograiia que recuerda a las clásicas del National Geographic, de hecho se visionaron decenas de volúmenes recopilatorios de la revista, sobre todo de la época reflejada en el film.

Para finalizar, profundizar en los mensajes que la trama pretende trasmitir sin imponer, el compañerismo como contrapunto de la soledad de los personajes, la crítica a las sociedades herméticas y anticuadas, una clara apuesta por la defensa del medio ambiente, el empoderamiento femenino protagonizada por Adelina e incluso un guiño a la identidad de género. 

En definitiva queda en la retina una narración familiar muy recomendable que se disfrutara tanto por pequeños como mayores y unos personajes que pueden dar muchas alegrías a Laika en el futuro. Así sea...

Ártico (Joe Penna, 2018)

Ártico (Joe Penna, 2018)


por Adelaida Valcarce


Las películas sobre experiencias de supervivencia extrema, parten de una limitación argumental y siguen un patrón muy particular . Se trata de sobrellevar una existencia en un medio inhóspito intentando salvaguardar la vida y encontrar como salir de allí con los medios que posee el protagonista y agudizando el ingenio hasta limites insospechados.  A pesar de ser una trama siempre similar, no deja de ser emocionante seguir las peripecias agotadoras y silenciosas del atrapado en circunstancias tan adversas.

El film de Joe Penna no es una excepción a lo dicho anteriormente. En su germen se pensó que la acción transcurriera en Marte, pero tal idea se abandono ante irrupción de Ridley Scott con una película protagonizada por Matt Damon ( 2015), pero finalmente se optó porque la narración sucediera en un espacio ártico.

El realizador, curtido en cortometrajes y series de televisión, se enfrenta aquí a su primer largo sin verse acobardado por rodar con solo dos actores y escasa lineas de dialogo, y todo esto sin  escatimar esfuerzos para lograr conectar al espectador con esta historia de superación personal en un medio tan duro, consiguiendo que sintamos en nuestras carnes el frí y nos arrebujemos en el asiento a la espera de los acontecimientos. y todo esto comandado por un superlativo Mads Mikkelsen (La caza) que es capaz de llevar la película sobre sus hombros sin esfuerzo. De hecho la primera escena es impresionante: ver al protagonista cavando freneticamente durante horas para ver que sólo intenta que la señal de SOS no quede cubierta por la nieve y sea visible desde el aire.


Un acierto del realizador es que la primera parte del film transcurra de forma monótona, viendo las rutinarias tareas que el Overgard realiza diariamente, en parte para ser encontrado y auxiliado y en parte para no volverse loco, manteniendo unos horarios regulares marcados por los pitidos de su reloj. No puede hablar con nadie porque nadie hay, pero si tiene que enfrentarse a osos por ejemplo que le dificultan su día a día. No es posible pensar en desfallecer.

En la segunda parte irrumpe otro personaje, superviviente de un accidente aéreo y junto al que nuestro héroe intenta llegar a algún lugar civilizado. El estado de aquel, de extrema gravedad,  hace que la película siga transcurriendo casi sin palabras. La dicotomía entonces es evidente: sobrevivir en el precario campamento que ha improvisado el protagonista o aventurarse hacia lo desconocido sin saber si el éxito le acompañara. Morir esperando o buscar la muerte.

El film se rueda en un entorno tan bello como cruel y eso es parte de su encanto subrayado por una fotografía muy notable de Tomas Om Tomassom, nacido en la Islandia donde se filma.

En definitiva, estamos ante una película notable y que atrapa a pesar de no ser corta. El mérito es de su director y de su protagonista sin duda.