viernes, 7 de agosto de 2015

"Unos días para recordar" (Jean Becker, 2014)

Tras un accidente, un solitario sesentón debe permanecer en un hospital con la pierna escayolada a merced de las visitas rutinarias de médicos y enfermeras, amigos y visitas imprevistas.Un cúmulo de casualidades, y no poca suerte, hacen que un solitario parisino de nombre Pierre despierte en una cama de hospital, tras salir volando una noche por encima de una baranda sobre el Sena.
Lo que en principio es una desagradable y dolorosa situación, se convierte en una experiencia impagable para un tipo malhumorado y, en teoría, de vuelta de todo; que no solo se beneficia del contacto con los demás, sino que también ayuda a los otros, aunque en ocasiones sea a regañadientes.

Precisamente la intrascendencia en el planteamiento de la acción es lo que nos acerca, hasta hacerla nuestra, la obra amable del francés, porque no hay cosas extraordinarias, salvo el accidente, si no personas con los pies en la tierra.
La veteranía y el "savoir faire" del director hacen del film un agradable divertimento


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