Antes de entrar a ver la película, uno se pregunta si será posible que dos actores consagrados salgan airosos de esta aventura: La respuesta es si y no. Por un lado está la innegable gracia que tienen algunos de los gags, y por otro ese aspecto de film de sobremesa que planea en todo el metraje. De Niro parece encontrarse comodísimo en la comedia y está decidido a seguir esta linea, Stallone nunca se sabe si ríe o llora por lo tanto es algo aparte que satisfará a sus incondicionales y no aportará nada al resto.
La nuevas generaciones serán capaces de rebuscar en los videoclubs aquellos clásicos del género como son Toro salvaje o Rocky después de ver la cinta?. Creo que no, pero no obstante encontrarán entretenido el producto que nos ocupa. Los decepcionados, seguramente sólo somos los que conocíamos los antecedentes.
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