The Smashing Machine tenia aspecto de ser una de las grandes apuestas de este año. La película era un biografía de luchador de UFC Mark Kerr, un papel que al actor Dwayne Johnson le venía que ni pintado debido a que en el pasado, también ejercía como luchador, pero en otra modalidad. Además el film venía respaldado por Ben Safdie, quien ya nos dejo hace unos años la notable
Uncut Gems, demostrando que Adam Sandler era algo más que un cómico. Todo apuntaba a que con Dwayne Johnson ocurriría lo mismo, pero la película no cumple con lo prometido.
Es cierto que la película cuenta con Dwayne Johnson como protagonista central. Incluso que el actor se toma bastante más en serio su papel, que en anteriores trabajos, pero evidentemente Dwayne Johnson no tiene tantos registros actorales como otros compañeros de profesión. Esto se nota sobre todo cuando el actor está cara a cara con la actriz Emily Blunt, quien no solo complementa al protagonista, sino que a veces está muy por encima de él, siendo el alma de la película. Cada vez que la actriz esta en la pantalla, esta se llena con su presencia, pero cuando no está la película se deshincha.
En cuanto al guion de The Smashing Machine, sigue fielmente la historia de Mark Kerr. La película no puede despegarse mucho de los hechos, al ser una historia real. Es cierto que el film se centra más en la parte personal. Ya sea en su turbulenta relación con Dawn, su adicción a las drogas farmacéuticas o la relación con su rival Coleman, siendo esta parte la que más pese en el film. Evidentemente, la competición de la UFC también tiene peso en la trama, pero tiene menor recorrido y los combates no tienen demasiada emoción, con lo que dejarán al espectador bastante frío. Además, The Smashig Machine enseña que un luchador por muy fuerte que sea acaba perdiendo, una lección que el protagonista debe encajar, y que lo hará a marchas forzadas, ya sea perdiendo combates o a través de las diferentes lecciones que le depara la historia.
En conclusión...
Una película que se centra más en el lado personal de Mark Kerr, que en su carrera profesional, pese a que esta también esta presente. Con buenas actuaciones, predominando más la actuación de Emily Blunt, con un guion acertado y buena dirección, un tanto fría, si, pero acertada. Puede que no sea perfecta, y que no sea lo que el espectador espera ver, pero aún así funciona y entretiene, pero no emociona